Cuando ya no sirven las palabras cuando se ha rajado la
ilusión me emborracho con whisky
barato a ver si me escuece el corazón.
Quiero ser tan duro como el hierro pero me derrito con tu olor. Quise hacer un cielo en el infierno a ver si acertaba por error.
Ya no queda nada entre tú y yo
ya no queda nada entre los dos.
Cada cual que siga su camino,
cada cual que baile su canción. Tú destino dicen ya está
escrito, el mío tengo que escribirlo yo.
Y de tu cariño, de tu
amor, de tu alegría de tu calor de vida mía, de te quiero tanto, al final, lo único que me quedó es la canción que estoy cantando.
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